Si alguien entra ahora mismo en este blog verá que las entradas son algo antiguas. Como mi paternidad.

El caso es que en 2014 nació mi hija y empecé a escribir aquí medio para desahogarme medio para aportar al mundo los trucos o consejos que a mí me llegaron tarde y me arrepentí de no haberme enterado. Todo iba bien hasta que por un problema técnico (sí, a los informáticos también nos fallan las cosas y se nos caen los servidores) dejé de tener acceso a la web. Total, entre el primer año de vida de la peque, la entrada a la escuela infantil, y movidas laborales varias, lo di por olvidado. Hasta perdí el dominio propio que tenía la web.

Hace unos meses apareció una copia de seguridad de aquella web, con los primeros artículos que escribí. No todo, pero sí lo primero, que es a lo que más cariño le tengo sin duda. Algo así como medio año de sufrimiento plasmado en mis palabras.

Material para mi libro

Desde hace años escribo anécdotas, vivencias y consejos a mis amigos en Facebook, les doy la turra en grupos de WhatsApp, y les envío movidas varias que veo en la web. Tanto es así que pensé en escribir un libro. Pero entre ser un poco dejado, medio TDAH, y autónomo, me da que no lo escribiré nunca. Así que he decidido escribir lo poco que tenga, que ya en mi primer blog hace… ¿12 años? me entraba la gente a buscar la información ¡y hasta me comentaban! De algo servirá.

En fin, pues más o menos ésta es la historia. Iré poniendo por aquí las entradas antiguas según saque rato (tengo que poner el nuevo formato y tal, lleva un ratín cada una y ando más liao que la pata de un romano). Y por supuesto iré publicando cositas nuevas, de toooodo lo que hemos vivido estos más de tres años. ¡Tengo que ponerme las pilas!

Ah, y si no saco rato pues me mandas un mensaje o lo que sea, que ando metido en más proyectos y se me va el vino en catas…