Directamente desde la máquina de vending de mi oficina, os traigo una exquisitez de… ¿¿Rocafort??
En fin, que ya os aviso que ni el sandwich era de queso Roquefort, ni en el envase ponía que se hubiera hecho en ningún pueblo que se llamara Rocafort. Así que no entiendo muy bien el nombre, pero ahí queda, otra joyita para la colección 🙂