Uno más tre… do… sie…. y eso hacen dieci… y me llevo tres… va, sí, más o menos. Esta debe ser la enésima vez que inicio un blog. Y pa lo mismo que las demás veces: pa na.
El caso es que me apetecía, porque últimamente me he hecho muy proactivo (como le gusta decir a la gente de recursos humanos de mi empresa) en todo esto de Interné. Y la verdad es que lo tenía fácil: chico joven, guapo, con un buen historial académico y profesional, interesante en sus conversaciones y… sí, friki. Y parece que sea la única razón de peso para tener un blog. Pues no señores y señoras míos. La razón no es otra que la de hacer de Internet algo grande. Y la idea no es mía.
Hace unos meses escuché una frase que me cambiaría más de lo que pensaba mi manera de pensar. El hombre que la pronunció (sí, hay hombres que dicen cosas sensatas) era brasileño. Ministro o Secretario de Educación. Y hasta aquí puedo leer. El caso es que este hombre, del que me lamento no conocer su nombre, comentó en una visita a España para debatir sobre las mejoras que se están haciendo en Brasil en el ámbito de Internet (están en pleno plan de ampliación y abaratamiento de la red), que Internet evolucionará cuando la gente suba más información de la que baje. Y lleva más razón que un santo.
Parece que esto es dificil: “yo no tengo casi discos de música legales”, “yo no soy programador de software libre“, “yo no soy periodista ni investigador”, diréis muchos de vosotros. Pero Internet es algo más que bajarse programas/música/pelis o leer periódicos sin pagar un duro. Tan interesante como una opinión puede serlo un reportaje fotográfico de tus últimas vacaciones (obviando las fotos de la abuela en una situación comprometida). Y tan interesante como la peli de Hollywood que estrenaron el sábado y que puedes ver en el cinetube de turno es aquel video que grabaste con tus amigos en casa o que editaste en tus ratos libres, y que subiste al tubo.
Así que ya sabéis, ya estáis empezando a subir vuestras fotos más chulas, a etiquetarlas espacialmente para que todos veamos dónde fuisteis creativos; meteros en foros y dar vuestra opinión; utilizar aquellas aplicaciones web que nunca acabáisteis de entender; comparte mediante P2P todo aquello que tengas; comenta en todos los blogs que leas (en este el primero, ¿eh?); vota; comenta…
Y esperando que este blog no se quede olvidado y perdido en mi historial web, me despido resumiendo este post: participa.