En la página de identidad digital tienes una serie de ejemplos con detalle sobre cómo hacer copia de seguridad de ciertas aplicaciones o servicios digitales, pero básicamente la regla general es de todo.
De servicios propios: desde el disco duro de tu ordenador, que puede fallar, a un blog que subiste a WordPress, que igual se borra por falta de uso.
De servicios de terceros: sea de tus datos en redes sociales, o de tu proveedor de correo electrónico, todos los datos que generas son tuyos, y por tanto debes tener cuidado de que estén a buen recaudo.